:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/6UFGAIBEEJFLDC6U7I4TMSHKU4.jpg "Las mujeres trabajadoras se benefician de los empleos a medio tiempo, pues les brindan la opción de permanecer en el mercado laboral mientras cuidan de sus hijos pequeños. Fuente: Gobierno argentino")
En opinión de los economistas, se prevé que el gobierno de Estados Unidos comunique este viernes que la economía añadió 215.000 empleos en marzo.
Esta cifra coincidiría con el buen ritmo de contratación de los pasados doce meses y superaría con creces las previsiones de recesión formuladas por la mayoría de los expertos hace un año.
No obstante, más empleo no equivale necesariamente a más empleos de calidad, y ciertos expertos han manifestado su inquietud por el hecho de que el trabajo a medio tiempo (inferior a 35 horas por semana), en lugar de a tiempo completo, explique en gran medida el reciente incremento del empleo.
Esto implica que los trabajos a medio tiempo son de inferior calidad, y, por tanto, el mercado laboral es menos sólido de lo que indican las cifras.
Tales opiniones obvian aspectos clave del trabajo a medio tiempo, que fortalecen la solidez del mercado laboral y las políticas que permitirían mejorar todavía más la calidad del empleo a medio tiempo.
Primero, el rápido retorno de los empleados de jornada completa a la población activa fue una de las principales características de la recuperación tras la grave recesión provocada por la pandemia en el año 2020.
En realidad, a comienzos de 2022 había más trabajadores a tiempo completo del que había ya antes de la pandemia. No fue sino hasta finales del año 2023 que el trabajo a medio tiempo logró ese objetivo.
La recuperación del trabajo a plena jornada antes que el trabajo a medio tiempo es diferente a cualquier recesión que se remonte a la década de los setenta, lo que pone de manifiesto lo sorprendente que ha sido la presente recuperación del “pleno empleo”.
Sin embargo, también es necesario que trabajadores y empresarios recobren el trabajo a medio tiempo. Si bien estos empleos tienen fama de ser malos trabajos, y es verdad que normalmente están peor pagados y no suelen ofrecer prestaciones tales como un seguro médico, ofrecen una flexibilidad imprescindible para numerosos trabajadores.
Por ejemplo, este tipo de empleo ofrece a determinadas madres con hijos de corta edad la posibilidad de equilibrar sus obligaciones como cuidadoras y, simultáneamente, mantenerse en el mercado laboral, lo que resulta fundamental de cara a futuras oportunidades de empleo.
Que más trabajadores a tiempo parcial sean una señal ominosa para la economía depende de por qué la gente trabaja menos que a tiempo completo.
Hay numerosas razones. Por ejemplo, algunos que quieran trabajar a tiempo completo pero no pueden hacerlo debido a “condiciones comerciales flojas” o “sólo pudieron encontrar trabajo a tiempo parcial” se consideran “a tiempo parcial por razones económicas”.
Un gran porcentaje de trabajadores a tiempo parcial involuntarios sería un signo de un mercado laboral débil y motivo de preocupación. Pero ese no es el caso, ya que sólo el 2,7% de los trabajadores a tiempo parcial en febrero lo hacían por motivos económicos, según datos del gobierno. El porcentaje ha aumentado desde mediados de 2023, junto con la tasa de desempleo, pero sigue por debajo de los niveles prepandémicos y cerca de mínimos históricos.
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/NWZUHH53PZA3HFWETTY4I7GGJY.png "Gráfica de empleo parcial en EE.UU.")
Aunque la gran mayoría de los trabajadores que realizan trabajos a medio tiempol lo hacen “voluntariamente”, según las clasificaciones gubernamentales estándar, eso no refleja necesariamente limitaciones como la falta de servicios de cuidado infantil disponibles que impidan buscar empleo a tiempo completo.
Además, el trabajo a medio tiempo no es uniforme en toda la fuerza laboral. Más del 20% de las mujeres de 16 años o más trabajaron medio tiempo en 2023, el doble que los hombres. Y de esas mujeres, el 91% trabajaba medio tiempo por motivos no económicos.
La razón más común por la que los adultos en edad productiva eligen trabajar medio tiempo son las “obligaciones familiares o personales”, que incluirían el cuidado de un familiar anciano. Los “problemas con el cuidado de los niños” son otra razón típica entre las mujeres.
Una forma de mejorar los resultados económicos de los trabajadores que no pueden o no quieren trabajar a tiempo completo es crear flexibilidad en lo que normalmente son empleos de tiempo completo.
El trabajo compartido es uno de esos arreglos laborales en los que dos o más empleados comparten un puesto de tiempo completo.
Un estudio realizado por Bain & Company en Australia demostró que la flexibilidad en los horarios de trabajo mantenía a las mujeres con responsabilidades de cuidado en el camino hacia puestos de liderazgo. También hay evidencia de que la flexibilidad aumenta la productividad de los empleados, lo que podría ayudar a compensar cualquier costo administrativo adicional para los empleadores.
Una gran desventaja de los trabajos a medio tiempo es que normalmente no cuentan con beneficios como el seguro médico. De hecho, los resultados de salud de los trabajadores a tiempo parcial son sombríos.
Sólo el 6% de los trabajadores a tiempo completo en la Encuesta de Población Actual describen su salud como “regular o mala”, en comparación con el 9% de los trabajadores a medio tiempo voluntario y el 11% de los trabajadores a medio tiempo involuntario.
Los sociólogos Rachel Donnelly y Adam Schoenbachler de la Universidad de Vanderbilt descubrieron que los estados con amplios programas sociales, como salarios mínimos más altos, menos desigualdad de ingresos y un seguro de desempleo más generoso, se asociaban con una tasa más baja de mala salud entre los trabajadores voluntarios a tiempo parcial.
Las políticas tanto a nivel estatal como federal que proporcionen una red de seguridad sólida y acceso a la atención médica mejorarían el bienestar de los trabajadores a medio tiempo.
Dado que los empleos a tiempo parcial suelen ser empleos mal remunerados, las políticas de salario mínimo son una forma de aumentar la remuneración. Recordemos que al comienzo de la recuperación de la pandemia, la escasez de mano de obra llevó a los empleadores a aumentar los salarios para atraer trabajadores, lo cual es un camino relacionado con el mercado hacia el mismo resultado.
La escasez fue más aguda entre los trabajadores con salarios bajos, por lo que disfrutaron de los mayores aumentos salariales como porcentaje de su salario anterior, como lo muestra el Wage Growth Tracker (Medidor de crecimiento salarial) del Banco de la Reserva Federal de Atlanta .
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/L2FCVMT7UNEETLODIAHPNSMBZA.png "Gráfica de incrementos en los salarios más bajos tras pandemia")
El crecimiento de los salarios se ha desacelerado a medida que la escasez de mano de obra se resolvió en su mayor parte, pero sigue muy por encima del ritmo anterior a la pandemia.
La Reserva Federal considera que el ritmo actual de crecimiento salarial es una amenaza potencial para controlar la inflación. Sin embargo, si persiste el mayor crecimiento de la productividad, el mayor crecimiento de los salarios sería sostenible sin provocar inflación.
Los sueldos de los trabajadores a medio tiempo, ya sean voluntarios o involuntarios, se benefician de una economía fuerte.
La recuperación del trabajo a medio tiempo el año pasado es otra señal de que el mercado laboral está recuperando el equilibrio después de cuatro años traumáticos. No hay nada intrínsecamente bueno o malo en el trabajo a medio tiempo, y hay muchas dimensiones para mejorarlo.
Esta nota no refleja necesariamente la opinión del consejo editorial o de Bloomberg LP y sus propietarios.
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